La joven española que, en momentos y sitios radicalmente distintos, enamoró a dos hombres con una pasión tal que trastocó el destino de ambos y torció la historia de su relación. Como un fantasma bueno, la presencia y la ausencia de Aurora sobrevolarán las páginas de Misión Olvido y, en gran manera, constituirán la propia razón de ser de toda la novela.
La eficiente secretaria del departamento de Lenguas Modernas de la Universidad de Santa Cecilia, vieja amiga de Daniel Carter y punto de referencia para la nueva vida que Blanca Perea acaba de emprender en California. Rebecca acogerá a Blanca en su propio mundo y le abrirá también una ventana hacia un pasado lleno de luces y sombras.
El director del departamento que recibe a Blanca durante su estancia americana; el colega cercano y amigable que, como casi todos los personajes de la novela, tiene también una cara y una cruz. Confidente de ella en unas ocasiones y adversario frontal en otras, Luis Zárate constituirá unos de los vértices del conflictivo triángulo que entre Daniel, Blanca y él mismo configurarán.